Este lunes 26 de octubre la Protectora de la Infancia cumple 118 años de vida institucional. El largo y fructífero camino recorrido desde 1902 -que incluyó una Escuela y un Internado de Niñas, la Gota de Leche (policlínico infantil), y tantos otros proyectos – la ha convertido en una institución muy reconocida y querida por la comunidad penquista.
Gracias al visionario emprendimiento de Leonor Mascayano Polanco y al aporte de tantos socios y socias que se han sumado en estos más de 100 años de vida, la institución conserva los valores y principios que le imprimiera su fundadora: solidaridad, educación y amor por el prójimo.
¿En qué estamos hoy?
La Protectora se encuentra hoy en una etapa de renovación corporativa, pero siempre con énfasis en la labor benéfica y de apoyo a la infancia más vulnerable de nuestra comunidad.
Desde 2018 que la institución dejó de funcionar directamente como Hogar de Menores, y fue entonces que el Hogar de Niñas pasó a manos de la Corporación CATIM, pero siempre dentro de las instalaciones de la Protectora. Sin embargo, a mediados de este 2020 CATIM puso fin a su proyecto de Hogar de Niñas. Cada una de las menores fue reubicada, y dos de ellas, que ya son adultas, emprendieron sus estudios y proyectos de vida en forma autónoma.
“Este es un momento muy especial y particular para la Protectora. Debemos reorientar nuestros esfuerzos y energías para darle un nuevo impulso a los proyectos educativos que tenemos, y a los nuevos que vendrán; queremos que estos tengan un impacto real y trascendente en nuestra comunidad”, señala Carla Cantin Adriasola, Presidente de la institución.
Programa de Acompañamiento Vocacional
Desde 2018 se desarrolla con éxito el Programa de Acompañamiento Vocacional (PAV), en el cual la Protectora orienta vocacionalmente y ayuda a mejorar la calidad de vida y el desarrollo integral de las alumnas que estudian en el Liceo Técnico Femenino de Concepción A-29.
“En su inicio este programa fue implementado a modo de piloto, con alumnas de primero medio quienes participaron y asistieron a nuestras clases en forma voluntaria cada semana. Durante 2019 recibimos a nuevas estudiantes que hicieron la transición desde la enseñanza básica a media. Y este 2020 podemos decir que el programa ya está bien consolidado y tiene mucha aceptación: se sumaron nuevas alumnas, y hoy participan en el PAV un total de 67 niñas, desde primero a tercero medio, todas en forma voluntaria”, explica Juan Pablo Iñíguez, integrante del Directorio y de la Comisión de Educación de la Protectora.
“El compromiso es apoyar a cada una de las jóvenes hasta que concluyan su enseñanza media y como eje central del programa se consideran las expectativas académicas, la orientación en el área vocacional, el desarrollo personal e integral y educativo de las alumnas”, agrega Verónica Vera, integrante del equipo docente.
¿Cómo ha sido el trabajo docente en pandemia?
Para continuar con el Programa de Acompañamiento Vocacional en el contexto de la emergencia sanitaria, lo primero fue hacer un levantamiento de las necesidades de nuestras 67 alumnas. A muchas de ellas se les ayudó prestándoles un computador, una conexión a internet, o ambas cosas. Además de canastas familiares en los casos que fuera necesario.
Brindar apoyo emocional a las alumnas y sus familias ha sido una tarea fundamental que han asumido nuestras docentes: “Frecuentemente se contacta a las alumnas para evaluar su situación, abriendo la puerta a conversaciones personales en las que se busca contender, guiar y apoyar emocionalmente”, comenta
Alejandra Solís, integrante del equipo docente. En junio comenzaron a realizarse reuniones virtuales grupales para abordar las diferentes necesidades que fueron emergiendo a raíz del confinamiento. “Mes a
mes hemos ido trabajando diferentes temas que han surgido con la pandemia, por ejemplo, cómo vivir el encierro o la cuarentena, y cómo manejar la ansiedad y las emociones que surgen en medio de esta situación”, explica Verónica Vera.
En forma paralela las alumnas han recibido apoyo pedagógico en sus asignaturas. A la fecha se han realizado talleres, instancias de apoyo en salud, concursos y diversas actividades para celebrar el 18 septiembre y ahora el aniversario 118 de la Protectora de la Infancia.
Beca de Estudios Luisa Méndez Aravena
A partir de este año se ha instituido la Beca de Estudios Luisa Méndez Aravena, en honor a una de nuestras
más recordadas y destacadas socias, doña Luisa Irene Méndez Aravena.
La beca consiste en un apoyo económico mensual por lo que duren los estudios de quienes hayan sido residentes del Hogar Leonor
Mascayano, o bien beneficiarias de sus programas.
Este año la beca la reciben dos alumnas: Daniela Parra, quien estudia Trabajo Social en la Universidad del Bío Bío, y Paola Aguayo, quien estudia Técnico en Administración en el Instituto Duoc UC.
Luisa Méndez fue presidenta del Directorio de la Protectora de la Infancia desde 1977 a 1985. Falleció a los 97 años, en junio del 2011.
