El Día de Muertos es una celebración tradicional mexicana y de otras zonas de Latinoamérica que honra a los muertos. Tiene lugar los días 1 y 2 de noviembre y está vinculada a las celebraciones del día de los fieles difuntos y todos los santos.
La celebración del día de muertos es un culto a los antepasados, que preserva el nexo que los liga a sus antecesores celebrando la memoria y la presencia de los familiares muertos que ese dúa regresan a casa para estar con sus parientes y para nutrirse de las ofrendas que se les ha dedicado.
En este contexto, se invito a las adolescentes que participan de nuestro Programa de Acompañamiento Vocacional a dos concursos: cuento o comic corto y maquillaje. Con ello motivamos a las jóvenes a reconocer las tradiciones propias de latinoamérica y valorar a nuestros antepasados.
Felicitamos a todas las participantes y en especial a las ganadoras de ambas categorías. Merari Orellana y Kharla Valdenegro.
Le invitamos a leer el cuento ganador .
Quería abrazarlos, quería recordarles cuanto los amaba, pero no podía, me hubiera gustado despedirme, pero solamente puedo ver mi foto en aquel altar junto a las fotos de mis demás familiares que tampoco están.
Hay algunos bebés, me siento algo feliz al saber que al menos ellos pueden verme a diferencia del resto de las personas, solamente puedo suspirar mientras veo el ambiente que se formó a pesar de que fallecí hace sólo unos días, siento un poco de rabia pero es un día especial, es el día de muertos, solamente tengo este día para verlos antes de volver a la tierra de muertos y esperar hasta el siguiente año, esto se me hace muy difícil me hubiera gustado vivir un poco más, me hubiera gustado no ir a esa fiesta en plena noche me hubiera gustado no haber tomado y haberme ido con aquellas personas pero ya no tengo mi cuerpo físico y ya no me puedo quejar de nada.
Siento una mano en mi hombro y al darme vuelta veo a la Katrina, tenía su rostro pintado en forma de calavera, un largo y hermoso vestido color rojo que también traía un sombrero del mismo color, de decoración traía unos pétalos de cempasúchil; podía ver la compasión en su mirada, sabía que se estaba acabando el tiempo, cada vez queda menos para disfrutar, pero yo ya quería irme, es doloroso ver como estaban felices sin mí.
Me alejé de ella para volver a mi tumba en el cementerio, no había nada a diferencia de los demás, sentía envidia de ellos, pero ese sentimiento no me iba a ayudar, solamente me queda esperar hasta que el puente que conecta este mundo con el otro se termine de aparecer para volver a la tierra de los muertos.
Suspire al sentirme frustrada con la situación hasta que escuche como se caía algo, rápidamente voltee y vi a mi mejor amiga con cara de asombro, con el pensamiento de que había visto una gato (solía asombrarse cada vez que veía un animal) volví a mirar hacia el puente que ya estaba a punto de terminarse o eso era hasta que escuché mi nombre proveniente de sus labios, era imposible que ella me viera, al volver a verla me di cuenta de que si me estaba viendo mientras lloraba, no me gusta la idea de que ella sufra pero no puedo hacer nada para calmar un poco su dolor.
No podía abrazarla por miedo a que es posible que la traspasara, solamente me queda hablarle con la esperanza de que también me escuche.
“Oye, deja de llorar, no vale la pena, debes dejar esa pena y seguir adelante” – sabía que ella iba a decir algo por lo que antes de que ella hablara levanté mi mano dándole una señal de que se mantuviera callada- “se lo que dirás, yo tampoco quiero que me olvides pero lo aceptare si lo haces” – después de mucho tiempo sonreí sinceramente con mis ojos llenos de lágrimas – “hay algo que siempre quise decirte “- tome aire cuando asintió levemente – “eres hermosa, maravillosa, eres todo lo que no ves, si quieres hablar hazlo, si quieres gritar hazlo, no te puedes quedar callada, eres una gran amiga y persona en general. Te voy a estar esperando desde el otro lado del puente para darte un abrazo, pero todo a su tiempo, por favor disfruta de tu vida hasta que finalmente nos volvamos a ver”.
Al terminar de hablar di unos pasos atrás y me dirigí al puente con una gran calma instalada en mi corazón, cuando estaba viva quería ser la chica del espejo, pero recién muerta me di cuenta que no vale la pena ser ella y ahora solamente seré yo misma hasta que me vuelva a encontrar con las personas que me aman y amo.
Merari Orellana
Algunas consideraciones de la autora